EL ARGAR

El yacimiento de El Argar es especialmente relevante ya que da nombre a una de las culturas más importantes de la Edad del Bronce en Europa. Fue descubierto y excavado en su práctica totalidad por Luis Siret a finales del s. XIX y publicado en su obra Las Primeras Edades del Metal en el sudeste de España, en 1890.

La zona arqueológica del El Argar y La Gerundia comprende 2 yacimientos de la provincia de Almería situados en 2 cerros amesetados en la margen izquierda del río Antas, separados por una pequeña vaguada.

Cuando Antas se convierte en el centro de un “imperio” prehistórico es en la Edad del Bronce, con el asentamiento de El Argar, dando nombre a la cultura argárica desarrollada en el sureste entre aproximadamente 2200 y 1300 a.C. Su apogeo transcurrió entre el 1700 y el 1300 a.C.

La civilización argárica es conocida por su desarrollo avanzado en la cultura del bronce. Se ubicó principalmente en la región de Almería y se caracterizó por su organización social jerárquica, con una economía basada en la agricultura, la ganadería y la metalurgia.

Desenvuelta en un medio semi desértico, sus asentamientos se ubicaban generalmente sobre cerros de carácter defensivo, con o sin murallas, y albergaban viviendas de piedra y tapial de tendencia rectangular.

La sociedad de El Argar supuso un hito en el desarrollo de la vida sedentaria y el urbanismo, el despegue de la metalurgia y e la formación de las desigualdades políticas y económicas. La orientación de la producción hacia la obtención de excedentes centralizados en un contexto de marcada explotación social supuso el nacimiento de uno de los primeros Estados de Europa occidental.

El asentamiento destaca por su planificación urbana, con calles y viviendas construidas con materiales como piedra y adobe. Descubrimos así una verdadera ciudad, totalmente organizada, con una oligarquía dominante y una sociedad esclavista. Al parecer, la fórmula del bronce era un secreto guardado por los dirigentes y en ello basaban su supremacía. Los demás pueblos estaban supeditados a aprovisionar de alimentos y defender El Argar.

Las sepulturas encontradas aparecen empotradas en los muros. En ellas se colocaban los cadáveres replegados, en posición fetal, con el ajuar y algunos alimentos, por lo que se deduce la creencia de una vida futura. Las más de mil tumbas que excavó Siret en El Argar fueron el eje de su colección arqueológica, en la que destacan las diademas de plata, brazaletes, espadas, y copas de pie alto. El ejemplo más claro de la apropiación de la producción por un grupo reducido se observa en la acumulación desigual de productos metálicos en los ajuares funerarios y la presencia exclusiva de algunos de ellos ente individuos de la clase dominante.

El fin del “Estado Argárico” ocurrió hacia el 1300 a.C., con una profunda crisis política, económica y social, probablemente ocasionada por el agotamiento de los recursos naturales, los instrumentos de trabajo y la fuerza de trabajo, consecuencia de una alta mortalidad infantil y desarrollo de enfermedades.

Los argáricos construyeron asentamientos fortificados y desarrollaron una cerámica distintiva. Su legado incluye importantes avances en la tecnología y el arte, así como una influencia duradera en las culturas posteriores de la península.

Este sitio es fundamental para entender la historia y evolución de las sociedades de la península ibérica durante la Edad del Bronce.

Uno de nuestros viñedos en Bodega Sierra Almagrera se encuentra, precisamente, en la zona de El Argar en Antas, Almería. Quisimos homenajear y dar visibilidad a una de las culturas prehistóricas más importantes de la penísula ibérica llamando “ANTAS” a nuestro vino rosado, con 100% uva garnacha cultivada exclusivamente en esas tierras.

Ello hace que ‘ANTAS Garnacha’ sea un vino único y muy especial.