Viñedo situado en Cuevas del Almanzora (Almería) sobre un suelo franco arcilloso de tonos rojizos marcados a fuego por la descomposición mineral de su roca madre, en la misma tierra donde hace más de 3.000 años arraigaron las primeras vides traídas por los fenicios a la Península Ibérica.
El terreno se sitúa sobre una altitud de 350 metros sobre el mar, donde predominan las brisas frescas que proceden de la sierra a orillas del Mediterráneo.